Una infección del sistema nervioso central puede ser devastadora. Esto significa que estas enfermedades pueden requerir de emergencias médicas que requieren de la atención inmediata de un neurocirujano, ya que pueden poner en peligro mortal a quien las padece. Los mecanismos por los que estas infecciones se producen son múltiples.
Los patógenos acceden al sistema nervioso central a través de la barrera hematoencefálica, que generalmente lo protege de la invasión microbiana, o por medio de las rutas transneuronales que esquivan la barrera.
La experiencia del neurocirujano ha demostrado que la diversa gama de agentes infecciosos causa su propagación en los compartimentos meníngeos o parenquimatosos. En algunas ocasiones, las podemos conocer como meningitis, ya que es una inflamación del líquido y las meninges que rodean el cerebro y la médula espinal. Y en otras pueden producir encefalitis y abscesos cerebrales.
La meningitis puede ser de origen bacteriana, viral, parasitaria y micótica. Sus síntomas más habituales son el dolor de cabeza, fiebre y rigidez en el cuello. En algunos casos, la enfermedad puede mejorar sola en algunas semanas y otras poner en riesgo la vida.
Infecciones bacterianas
Las infecciones producidas por bacterias pueden afectar al sistema nervioso central. Algunas de ellas pueden ser focales (abscesos cerebrales) hasta entidades generalizadas (meningoencefalitis). En cuanto al origen de estas, los expertos afirman que se producen por la diseminación contigua desde las vías respiratorias superiores, o como resultado de una propagación directa tras producirse una herida, traumatismo o como consecuencia de una cirugía.
Asimismo, las bacterias atípicas también pueden llegar al cerebro. La bacteria de la tuberculosis causa meningitis tuberculosa. Comienza en los pulmones y se disemina por el sistema linfático, aunque también por tuberculosas intracraneales. La tasa de mortalidad de esta enfermedad sigue siendo alta, oscila entre el 20 y el 67%. Por otra parte, la sífilis, que se transmite por el coito, puede emigrar hacia el cerebro, causando neurosífilis.
Complicaciones de una meningitis bacteriana
Estas son algunas de las complicaciones que tratan los neurocirujanos en Guadalajara:
Coágulos de sangre
Si la meningitis es grave, la inflamación, en ocasiones, se extiende a los vasos sanguíneos del cerebro y esto a su vez puede provocar un infarto cerebral.
Hinchazón encefálica
La inflamación cerebral puede dañar el tejido encefálico y pequeñas zonas hemorrágicas.
Exceso de líquido en el encéfalo
El cerebro continuamente produce el líquido cefalorraquídeo, una infección puede bloquear el flujo de este líquido. Este hecho puede acumular líquido en los ventrículos, produciendo hidrocefalia.
Causas de las meningitis bacterianas agudas
El neurocirujano indica que las bacterias podrán producir meningitis dependiendo de los siguientes factores:
- La edad del paciente.
- La vía de adquisición de la infección.
- La fortaleza del sistema inmunitario.
Infecciones virales
La meningitis de origen viral es su forma más frecuente. Los enterovirus están involucrados en alrededor del 90% de los casos. La segunda causa principal de meningitis viral es el herpes simplex 2, pero el HSV-1, virus varicela zoster y el virus Epstein-Barr también pueden infectar al sistema nervioso central. Estos virus también son capaces de causar encefalitis.
Infecciones fúngicas
Las infecciones en el sistema nervioso central producidas por hongos, organismos que obtienen nutrientes de la materia orgánica, suelen ser oportunistas y resultan de la diseminación hematógena en huéspedes inmunocomprometidos. La mayoría de las veces, estas infecciones fúngicas se originan por la inoculación directa de sus esporas por un traumatismo o cirugía.
Infecciones parasitarias
Las enfermedades parasitarias que atacan al sistema nervioso central son peligrosas. Los agentes que producen estas infecciones incluyen diversos organismos como protozoos y gusanos. Entre estas infecciones se encuentran las siguientes:
Neurocisticercosis
Está causada por las larvas de la tenia porcina. Las personas se contagian al ingerir alimentos contaminados por huevos con la larva del cisticerco, en el estómago salen las larvas que entran al torrente sanguíneo y son distribuidas por todo el organismo, incluso por el encéfalo y la médula espinal.
Equinococosis
Proviene de otros tipos de larvas de tenias. La equinococosis produce quistes encefálicos grandes.
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