Quizás al presentarse dolor o molestias en la columna cervical y la espalda, se piense que son afecciones que ameritan una cirugía, como en el caso de las hernias cervicales. Pero, existen ciertas ocasiones donde aliviar los síntomas, mediante terapias no quirúrgicas, por ejemplo: el ejercicio físico y la fisioterapia. Claro está que, todo depende del nivel o evolución que tenga esta afección. Ya que, se pueden presentar casos donde no queda de otra que someterse a una operación de hernia discal cervical según el criterio del especialista. Esto con la finalidad de mejorar significativamente la salud del paciente.
¿Qué es el reemplazo de disco cervical?
En el campo del tratamiento quirúrgico para atender la hernia de disco que se genera o es producto de la radiculopatía o mielopatía, es el uso de una prótesis de disco cervical, la cual consiste en un procedimiento quirúrgico, a través del cual se busca eliminar el disco cervical que ha sido afectado. Mediante esta intervención se procede a realizar la sustitución del mismo por una prótesis de disco cervical. El reemplazo del disco cervical o también conocido artroplastia total del disco, es un proceso certificado y aprobado para el manejo de la enfermedad discal sintomática.
¿En qué situaciones es adecuado un reemplazo de disco cervical?
Cuando se habla de reemplazo discal cervical, se hace referencia al uso de esta práctica médica, en caso de degeneración del disco cervical o hernias discales originadas en la columna cervical. Al respecto, sería aplicado en pacientes que tienen compresión sobre la médula espinal o las raíces nerviosas. Inclusive en pacientes que presentan dolor cervical que sean aprobados para la cirugía cervical.
¿Quién es el candidato ideal para el reemplazo de disco cervical?
Puede ser candidatos, aquellos pacientes que padecen molestias a nivel del disco cervical que no logran encontrar mejoría con un tratamiento conservador, así como, aquellos que no presentan contraindicaciones para esta cirugía, como son:
- Trauma cervical.
- Osificación cervical.
- Inestabilidad cervical.
- Cambios degenerativos a largo plazo.
- Osteoporosis.
¿Cómo se implanta un disco artificial?
El proceso de implantación del disco artificial, se suele realizar mediante una incisión en la parte anterior del cuello para conseguir el acceso al espacio del disco. Consiste en una intervención quirúrgica de rutina. En esta ocasión, el cirujano toma en cuenta algunos de los siguientes aspectos durante la práctica médica.
- Separación de los tejidos blandos, con la finalidad de acceder a la parte anterior de la columna vertebral cervical.
- Se procede a retirar el disco cervical junto con el material óseo circundante. Todo ello, para conseguir más espacio hacia los nervios y la médula espinal.
- Cuando se extraen las hernias cervicales o el disco cervical afectado, se continúa con la colocación del disco cervical artificial en el espacio que se ha generado entre ambas vértebras cervicales.
Riesgos asociados con la operación de hernia discal cervical
Dentro de los riesgos que se pueden presentar, con relación a la cirugía de hernia de disco en GDL de tipo cervical, están:
- Las tasas de sangrado y la infección son bajas con esta cirugía.
- Dificultad para tragar autolimitada: es bastante común.
- Lesión nerviosa. Extremadamente raro.
- Implante colocado incorrectamente y desplazamiento postquirúrgico del dispositivo. Puede ser que necesite una cirugía de revisión.
- Lesión esófago y las cuerdas vocales. Muy poco frecuente.
- Artrodesis espontánea en el nivel del reemplazo del disco.
Beneficios de la cirugía de reemplazo de disco cervical
Estos son los beneficios que se pueden conseguir con este tipo de inversión médica:
- Conservación del movimiento normal del cuello.
- Postoperatorio corto en el hospital. Es posible que el paciente sea dado de alta el mismo día o al día siguiente de practicarse la cirugía.
- No hay injertos óseos. Con la operación de reemplazo de disco cervical no es necesario ningún injerto óseo.
- Efecto protector en los discos adyacentes. Gracias a la prótesis de disco cervical, es posible conservar la movilidad del disco afectado. Por tanto, se pueden proteger los discos adyacentes de una degeneración acelerada.
- No se requiere colocar una placa cervical anterior (Artrodesis Cervical).
- Poco dolor: El dolor generalmente es mínimo y desaparece dentro de 2 a 3 días después de la cirugía.
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